28 mar 2014

El Leñador - Michał Witkowski

He llegado a El Leñador por la buenísma impresión que me causó la primera novela de Michał Witkowski publicada en español: Lovetown. Tras terminar la que es su segunda novela traducida al castellano me queda la amarga sensación de que me han timado. Porque la que me ocupa hoy no le llega ni a la suela de los zapatos a la que leí hace ya más de dos años.

El libro se promociona como una novela negra marica (bueno, queer), pero lo cierto es que tiene que transcurrir más de la mitad de la narración para que nos veamos inmersos en una trama noir. Hasta llegar ahí a lo único que nos enfrentamos es a un diaro personal del autor en donde se dedica a mariconear y petardear a diestro y siniestro. La relación con su anfitrión, el supuesto leñador a que hacer referencia el título, Robert Wojański, es básicamente nula y se limitan a colocarse juntos con tranquilizantes y ansiolíticos de mayor o menor poder terapéutico. Uno pensaría que para que Robert haya invitado al autor a su casa aislada de guardabosques ha debido haber algún escarceo sexual entre ambos, pero lo cierto es que lo más parecido que se menciona al respecto es que a Witkowski le ponen los tipos raros, taciturnos y de fondo anacoreta. Cuando se cansa del "leñador" se acerca en ciclomotor a Międzyzdroje, la pequeña ciudad de vacaciones a orillas del Báltico más cercana a la aislada cabaña donde se aloja. Puesto que la acción transcurre a finales de noviembre, este centro turístico está menos animado que un pabellón de depresivos, sin embargo allí establece una interesada amistad de clara intención sexual (no culminada) con Mariusz, un chandalero en paro de veintipocos años, con quien empieza a ir de un lado para otro a investigar sobre el presunto oscuro pasado de Robert. No hay más, la trama es así durante algo más de la mitad de la novela. Que conste que hay momentos muy divertidos, pero una sucesión de situaciones graciosas no es como para salvar un libro.

De pronto y sin venir a cuento, tras una noche de barbitúricos regada con vodka, el chandalero intenta matar a Witkowski (¿Homofobia? ¿Un brote psicótico? ¿A cuento de qué?), y a partir de ahí, la narración se vuelve de novela negra según mandan los cánones. Es entonces cuando la habilidad del escritor polaco despunta, porque construye una trama verdaderamente interesante y poblada de un montonazo de personajes muy peculiares de la fauna báltica. Taxistas. Empleados de hotel. Putas locales. Mafiosos. Hipsters fuera de lugar. En mi opinión es una verdadera pena que el autor no se haya centrado desde el principio en desarrollar esta línea argumental porque se le estaba dando muy bien. Pero lamentablemente algunos de esos elementos pintorescos no juegan ningún papel de relevancia en la acción, siendo meros floreros para seguir con las coñas y las carcajadas. Y por otro lado, el libro se cierra de manera abrupta y sin que se llegue a resolver el misterio que le da sentido: la misteriosa muerte (¿suicidio?) de una mujer de negocios, apodada "la Doctora", cuyos chanchullos inmobiliarios al límite de la legalidad se desarrollaron desde la época del comunismo hasta mediados de los 1990s.

Resumiendo, risas sin demasiada sustancia. Puestos a leer a Witkowski, sigo recomendando insistentemente Lovetown. Tenéis otras reseñas en  La antigua Biblos y Mente lectora, ambas bastante más benevolentes y entusiastas que la mía. El resto de referencias en Internet a fecha de hoy no son más que publicidad encubierta en artículos impersonales de revistas varias (suplementos dominicales, revistas de tendencias o LGTB)

24 mar 2014

Monstruos invisibles - Chuck Palahniuk

Shannon McFarland es una modelo de cierto éxito que sufre un disparo mientras va conduciendo por la autopista. A resultas del mismo pierde la mandíbula inferior, lo que la convierte en un monstruo para una sociedad en que la belleza es moneda de cambio. Durante su convalecencia en el hospital conoce a Brandy Alexander, una transexual que será la única persona que le ofrecerá una salida, una vía de escape del agujero de autocompasión y lamentaciones en que se encuentra, al que ha llegado no solo por su estado actual sino por una entorno familiar disfuncional marcado por la muerte por sida de su hermano gay.

Monstruos invisibles es una acelerada novela de Chuck Palahniuk. Mucha acción, muchas sorpresas, un desarrollo muy visual, muy cinematográfico. Mucho salto hacia delante y hacia atrás. Flasbacks y flashforwards para dar y tomar. Tanto es así como que empieza con una escena de tiroteo muy tarantiniana que, al igual que en Reservoir dogs, no cobrará sentido para el lector hasta el final de la novela. Por lo poco que conozco a este autor, la trama parece ser ya marca de la casa: disparatada y enrevesada a más no poder. Con temas escogidos especialmente pour épater le bourgeois: relaciones tormentosas, transexualidad, drogas, sexo, delincuencia, homosexualidad, etc. La técnica de Palahniuk tiene algo de bestseller: se encarga de distribuir adecuadamente a lo largo de los capítulos unos pildorazos informativos reveladores con los que consiguen que el tono de la narración vaya in cescendo hasta la vorágine final/inicial, que no obstante se verá convenientemente rebajada a modo de redención/epílogo en un par de capítulos posteriores.

Resumiendo, una novela ligera y entretenida que se lee en dos tardes. Para pasar el rato y poco más diría yo. Más reseñas en  Solo de libros, bastante críticos y cuya opinión comparto, y en Los efectos secundarios, mucho más entusiastas y complacientes.

19 mar 2014

Playa terminal - James G. Ballard

Recurro a unos de los valores seguros de mi Olimpo literario personal para sobreponerme a la matraca decimonónica inmediatamente anterior. Playa terminal es una colección de relatos cortos de mi idolatrado James G. Ballard que datan de la primera mitad de la agitada década de los 1960s.

  • El Gigante ahogado
  • Problema de Reingreso
  • Final de Partida
  • El Hombre iluminado
  • La Jaula de los Reptiles
  • El Delta en el Crepúsculo
  • Playa terminal
  • Ocaso
  • Las Danzas del Volcán
  • Bilenio
  • La Gioconda del Mediodía crepuscular
  • El Leonardo perdido
A nivel argumental estamos ante una mezcolanza de temas típicamente ballardianos que harán las delicias de los fans del autor británico. Me ha parecido detectar eso sí, un especial interés en enfrentar a los protagonistas a situaciones en las cuales se activan atavismos impresos en las capas más profundas y primitivas del cerebro humano. Pueden deberse bien a una experiencia traumática ('El Delta en el Crepúsculo', 'Las Danzas del Volcán' o 'La Gioconda del Mediodía crepuscular'), o bien son los avances tecnológicos producto de la guerra fría y la conquista del espacio los que actúan como catalizadores de los mismos ('Problema de Reingreso', 'La Jaula de los Reptiles', 'Playa terminal' o 'El Hombre iluminado', éste último un ejercicio que posteriormente se desarrollaría como novela en El Mundo de Cristal). El resto es un conjunto variopinto de fantasía ('El Gigante ahogado'), excelente ciencia-ficción apocalíptica ('Ocaso') o distópica ('Bilenio'), temática criminal con tintes fantásticos ('El Leonardo perdido') o un agobiante relato kafkiano magníficamente desarrollado ('Final de Partida'). Sin duda estos dos últimos, por aquello de alejarse un poco de los intereses habituales en su producción, han resultado mis preferidos de la compilación.

Para recomendaros otras opiniones, hoy tiro exclusivamente de fandom: el Sitio de Ciencia-Ficción, la Revista Gigamesh y El Mundo de Yarhel.

12 mar 2014

La Feria de las Vanidades - William M. Thackeray

Casi mil páginas incluyendo prefacio sobre el autor y su obra. 67 capítulos. Desde 28 de febrero leyendo y aún voy por el 51. También es verdad que estoy particularmente liado en el curro y más cansado de lo habitual, así que me quedan pocas ganas de leer. Claro que la trama de La Feria de las Vanidades tampoco invita a ello. Gran éxito entre los lectores británicos desde el momento de su publicación por entregas, se trata de una sátira folletinesca y bastante cansina de la vanidad y fatuidad humana. Situada la acción en la sociedad británica de principios del S. XIX (segregación brutal de clases, colonialismo, etc.), según lo que llevo leído la cosa es más o menos como sigue:

Capítulo I. Qué guapas y qué jóvenes están nuestras mujercitas al dejar el internado
Capítulo II. Qué guapa y qué discreta Amelia Sedley
Capítulo III. Menuda lagarta la huérfana Becky Sharp, pero qué guapa es y cómo se camela a todo el mundo
Capítulo IV. Le falta tiempo a Becky para atrapar a Joseph Sedley con sus encantos de mujer manipuladora
Capítulo V. ¿A que Joseph y Becky se casan?
Capítulo VI. Pues escapa a tiempo y no se casa
Capítulo VII. Becky es un elemento de cuidado, que se largue ya a trabajar de institutriz con los Crawley
Capítulo VIII. El barón Pitt Crawley se quiere triscar a Becky
Capítulo IX. Ahora que a la nuera beata y meapilas del barón no se la pega
Capítulo X. Becky le tira los trastos Rawdon Crawley, hijo crápula del barón
Capítulo XI. Guapa Amelia, ¿verdad? Y qué apuesto su prometido, George Osborne
Capítulo XII. Dos grandes amigos: el manirroto de George Osborne y el serio, correcto y honesto Willian Dobbin
Capítulo XIII. Qué super lianta que es Becky
Capítulo XIV. Qué mona y qué discreta Amelia
Capítulo XV. Amelia es tan fina y delicada
Capítulo XVI. Becky es una lagarta
Capítulo XVII. Lianta
Capítulo XVIII. Delicada
Capítulo XIX. Fina y sencilla
Capítulo XX. Lagarta
Capítulo XXI. Lagarta
Capítulo XXII. Delicada
Capítulo XXIII. Buena persona
Capítulo XXIV. Lianta
Capítulo XXV. Lianta
Capítulo XXVI. Lagarta
Capítulo XXVII. Lagartona
Capítulo XXVIII. Zorrona
Capítulo XXIX. Fresca
Capítulo XXX. Bellísima persona
Capítulo XXXI. Encantadora
Capítulo XXXII. Buena mujer y viuda, ¡tan joven y tan desgraciada!
Capítulo XXXIII. ¡Ay Amelia, pobrecita!
Capítulo XXXIV. Lagarta
Capítulo XXXV. ¡Lagarta, he dicho!
Capítulo XXXVI. Putón verbenero, vamos
Capítulo XXXVII. Una fresca, te lo digo yo
Capítulo XXXVIII. Qué mala suerte, con lo buena que ha sido toda su vida
Capítulo XXXIX. Lagarta
Capítulo XL. Dobbin enamorado hasta las trancas de Amelia y la otra pavisosa no se entera
Capítulo XLI. La huérfana fresca hay que ver cómo medra. No, tonta no es
Capítulo XLII. Lagartonas al poder
Capítulo XLIII. Lagartas & Crápulas
Capítulo XLIV. Un marqués zascandil que maneja el cotarro como nadie se lo monta con la lagarta
Capítulo XLV. Lagarta’s & Co.
Capítulo XLVI. ¡Ay, qué mal ha tratado la vida a Amelia!
Capítulo XLVII. Pobre Amelia
Capítulo XLVIII. Qué lástima, tan mona como era y lo mal que le va
Capítulo XLIX. Los Sedley no levantan cabeza
Capítulo L. De lagarta a epítome de la decencia
Capítulo LI. La lagartona se las da ahora de santa

Poco más o menos un truño interminable y superpoblado de estereotipados personajes maniqueos. Cierto es que el lenguaje es sencillo y claro, además por momentos la agudeza de William M. Thackeray al describir las ridículas actitudes humanas en sociedad te hace reír. Pero se repiten los mismos tics y guiños hasta la saciedad. También por destacar puntos positivos, tiene aspectos históricos variados que le aportan interés (varios capítulos transcurren en plenas guerras napoleónicas, por ejemplo). Me he decidido a subir el post antes de terminarlo porque no creo que esto se arregle. Si fuera el caso, prometo dejar constancia de ello. A continuación os dejo mi apuesta sobre los capítulos que me quedan. ¡Ah, sí! ¡Porque yo este libro me lo termino o muero en el intento! Quiero darme la satisfacción de acabarlo y ponerlo a caer de un burro con conocimiento de causa.

Capítulo LII. ¡Tócate las narices! ¡Será falsa…!
Capítulo LIII. Pobre Amelia
Capítulo LIV. Más desgracias para los Sedley
Capítulo LV. Drama no, dramón
Capítulo LVI. Lagarta nació, lagarta morirá, que a mí no me la da
Capítulo LVII. Falsa decente, o sea: lagarta
Capítulo LVIII. Los disgustos van a matar a Amelia
Capítulo LIX. Otro mal rato
Capítulo LX. Nuevo trago amargo para Amelia
Capítulo LXI. Aparece Dobbin  y las cosas mejoran para Amelia (pero solo un poco)
Capítulo LXII. La Lagarta vuelve al barro
Capítulo LXIII. ¡Lagarta! ¡Zorrasca! ¡Ahí tienes tu merecido!
Capítulo LXIV. El amor triunfa, Amelia no es tan desgraciada
Capítulo LXV. ¡Lagartona! ¡Buuuuuh, buuuuuuh!
Capítulo LXVI. Amelia es tan buena que perdona a Becky aka. Lagarta
Capítulo LXVII. La Lagarta intenta reformarse de corazón, pero su cerebro reptiliano se lo impide.
Fin.

Más reseñas en Entre Montones de Libros (positiva), El Borde de la Realidad (negativa) y Solo de Libros (ni fu, ni fa).

1 mar 2014

Momentos estelares de la Humanidad - Stefan Zweig

Además de sus novelas y relatos cortos repletos de sentimentos exacerbados, de sensibilidades a flor de piel y de emociones incontrolables que llevan a sus protagonistas a situaciones límite(1), de las cuales me declaro fan incondicional, Stefan Zweig tiene una notabilísima reputación por sus biografías de personajes históricos (María Estuardo, María Antonieta, Joseph Fouché y un largo etcétera). Momentos estelares de la Humanidad, subtitulado 'Catorce miniaturas históricas', se engloba dentro de esa vertiente histórico-biográfica que tan bien se le daba y es, según parece, una de sus obras más conocidas. Los artículos que incluye este libro son:

  • Cicerón
  • La Conquista de Bizancio
  • Huída hacia la Inmortalidad
  • La Resurrección de Georg Friedrich Händel
  • El Genio de una Noche
  • El Minuto universal de Waterloo
  • La Elegía de Marienbad
  • El Descubrimiento de El Dorado
  • Momento Heróico
  • La primera Palabra a través del Océano
  • La Huída hacia Dios
  • La Lucha por el Polo Sur
  • El Tren sellado
  • Winson fracasa
La prosa de Zweig no tiene fallo alguno. Es limpia, clara, directa, perfectamente estructurada. El relato de la faceta histórica seleccionada para cada hecho se desarrolla con una inmediatez absoluta y frase tras frase, el autor nos revela de manera ecuánime su gloria o su desgracia. Elige además en casi todos los casos aspectos poco conocidos del protagonista, o bien anónimos secundarios cuyo papel en el acontencimiento histórico de interés fue determinante en el resultado. En uno u otro caso se revelan detalles fascinantes que nos muestran lo mejor y lo peor de los implicados. La narración del patetismo, del fracaso y de las penurias que muchos de ellos tuvieron que padecer probablemente resulta mucho más interesante que los laureles que pudieron acumular. Pero nos llamemos a engaño, a pesar de la imparcialidad de Zweig y de atenerse rigurosamente a los hechos, el austriaco es capaz de impregnar el texto de pasión y de crítica feroz cuando la ocasión lo requiere. Héroes que un día son agasajados por países enteros pero vilipendiados al siguiente le dan la oportunidad de poner de manifiesto la mezquindad del ser humano.

Por lo general los artículos están redactados en forma de relato, sin embargo hay dos bastante originales: se trata de 'Momento heróico' que a modo de poema se dedica a Dostoievski, y 'La Huída hacia Dios', con Tolstói como protagonista y plasmado en forma de obra de teatro en tres actos. Resumiendo, un libro interesantísimo que a mí, que siempre he sido muy negado para la asignatura de Historia, me ha parecido imprescindible y muy, muy original, ya que combina personajes de relieve mundial con otros bastante menos conocidos pero con vidas tan excitantes, o más, que los primeros. Más reseñas en Pollito Libros, Lectura y Locura y Condón umbilical.


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(1) Ver Ardiente Secreto, Amok, El Amor de Erika Ewald

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